Phishing avanzado y dispositivos IoT inseguros: las nuevas amenazas para la ciberseguridad empresarial
La acelerada transformación digital ha impulsado la productividad y la conectividad de las empresas, pero también ha incrementado su exposición a riesgos cibernéticos. Hoy, la ciberseguridad empresarial se ha consolidado como una prioridad estratégica, especialmente ante amenazas cada vez más sofisticadas como el phishing avanzado y las vulnerabilidades en dispositivos IoT.
Proteger los activos digitales ya no es solo una cuestión técnica, sino un factor crítico para la continuidad del negocio y la confianza de los clientes.
El impacto real de los ciberataques en la ciberseguridad empresarial
Cuando se habla de ciberataques, a menudo se piensa en pérdidas económicas directas. Sin embargo, el impacto va mucho más allá:
- Daño reputacional, que afecta a la credibilidad y confianza de los clientes.
- Interrupciones operativas, que pueden paralizar la actividad diaria.
- Sanciones legales, derivadas del incumplimiento de normativas como el RGPD o la Ley de Protección de Datos.
Un solo incidente puede suponer meses de recuperación y un coste mucho mayor que la inversión preventiva en ciberseguridad.
Phishing avanzado: engaños cada vez más sofisticados
El phishing —la suplantación de identidad digital para obtener información confidencial— ha evolucionado de forma alarmante. Gracias al uso de inteligencia artificial generativa, los ciberdelincuentes son capaces de crear mensajes hiperpersonalizados, convincentes y prácticamente indetectables.
Estos ataques ya no se limitan al correo electrónico, sino que se están diversificando los canales a través de los cuales se propagan. Se extienden por SMS, llamadas telefónicas y redes sociales, buscando vulnerar la cadena de confianza interna de las empresas, desde empleados hasta directivos.
El objetivo es obtener credenciales, acceder a datos sensibles o infiltrarse en los sistemas corporativos para lanzar ataques de mayor escala.
Dispositivos IoT inseguros: la nueva puerta de entrada a las redes corporativas
El Internet de las Cosas (IoT) ha revolucionado la forma en que las empresas operan, conectando desde sensores industriales hasta cámaras de vigilancia o vehículos inteligentes. Sin embargo, cada dispositivo conectado representa una potencial vulnerabilidad.
Muchos de estos dispositivos carecen de configuraciones seguras, actualizaciones automáticas o políticas de cifrado adecuadas. Esto los convierte en puntos de acceso fáciles para los atacantes, que pueden utilizarlos para infiltrarse en redes internas, robar datos sensibles o interrumpir operaciones críticas.
Según datos del INCIBE, en 2024 más del 60% de los dispositivos IoT analizados en entornos corporativos presentaban vulnerabilidades críticas. Un dato que refleja la magnitud del desafío.
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5 medidas para proteger la ciberseguridad empresarial
¿Cómo reforzar la seguridad digital en tu empresa? Para reducir los riesgos derivados de estas amenazas, la prevención y la anticipación son clave. Las organizaciones pueden aplicar las siguientes medidas preventivas:
- Fomentar una cultura corporativa de ciberseguridad: la seguridad no es una responsabilidad exclusiva del departamento de TI, debe ser una prioridad organizacional. La formación continua y la concienciación de los empleados en detección de amenazas como el phishing y en buenas prácticas digitales es el primer escudo de protección.
- Implementar tecnologías avanzadas: herramientas como el análisis estático y dinámico de aplicaciones (SAST, DAST), el análisis de componentes de software (SCA) y el monitoreo de superficie de ataque permiten a las organizaciones identificar y corregir vulnerabilidades en cualquier activo digital de la empresa. Además, se deben establecer políticas de actualización y mantenimiento para todos los dispositivos IoT.
- Realizar auditorías de ciberseguridad periódicas: auditorías periódicas, actualizaciones de software y segmentación de redes son esenciales para detectar brechas potenciales y para minimizar los riesgos ante posibles ataques.
- Disponer de sistemas de detección y respuesta automatizados: tener un plan claro y probado para anticiparse a comportamientos anómalos o para responder a incidentes de seguridad es esencial para mitigar el impacto de un ataque. Esto incluye la realización de simulaciones regulares y la revisión constante de los protocolos establecidos.
- Colaborar con expertos en ciberseguridad: asociarse con empresas especializadas como Compuhelp puede marcar la diferencia. Contar con un servicio de seguridad informática para empresas y con asesores experimentados permite a las organizaciones estar un paso adelante frente a cualquier tipo de amenaza cibernética.
La ciberseguridad debe entenderse como un proceso continuo de mejora y adaptación ante un entorno digital cada vez más complejo.
Conclusión
El incremento del cibercrimen está dando lugar a la aparición de nuevas dinámicas que requieren respuestas innovadoras, rápidas y, sobre todo, eficaces.
Las empresas que no inviertan en estrategias de ciberseguridad se enfrentarán no solo a la posible pérdida de confianza de sus clientes, sino que también correrán el riesgo de quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo. Invertir en ciberseguridad hoy, es fundamental para proteger los activos del mañana: información, datos, confianza y continuidad del negocio.
















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